El Volvo XC40 es el justo ganador del premio Car Of The Year. El SUV sueco estrena plataforma CMA, una base que servirá para la futura electrificación de la marca y que le permite firmar unas cuotas de 4,42 metros de largo pero con nada más y nada menos que 2,70 metros de batalla. Esos datos aseguran un espacio interior que pocos rivales directos pueden ofrecer y un confort digno de la firma sueca, que se multiplica al dotarlo de un diseño minimalista y cuidado hasta el mínimo detalle.
Como era de esperar Volvo dota al XC40 de una ristra de sistemas de seguridad, empezando por el Pilot Assist, City Safery, un Line Assist de última generación, la alerta de cruce con freno automático que tanto impacta en su anuncio y la cámara 36’ grados cenital para maniobrar al aparcar. Como es lógico su presencia en el vehículo dependerá del nivel de equipamiento (Momentum y R-Design) pero no se queda corto ni en la versión de acceso.
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En cuanto a su oferta de motorizaciones, llegó a nuestro mercado este mismo febrero con dos motorizaciones, diésel D4 de 190 CV y gasolina T5 con 247 CV a la espera de que llegue el D3 de 150 CV y gasolina de misma potencia. Estos bloques irán únicos al cambio automático (convertidor de par) de ocho velocidades y la tracción total AWD además del selector de modos con la opción Comfort, Dynamic, Eco, Individual y Offroad. El precio de salida de este B-SUV de altos vuelos es de 42.220 euros (D4 AWD Momentum) y alcanza los 49.349 euros en su variante T5 AWD R-Design. En breve llegará un tricilíndrico T3 que estará en 31.000 euros.