En 2017 todavía hay jóvenes deseando tener la mayoría de edad para poder sacarse el carné de conducir pese a lo que reflejan algunas estadísticas pesimistas. Aprobar supone el primer ritual adulto para un ciudadano de pleno derecho al que han avasalladlo a normas desde su infancia sin dotarlas apenas de sentido. Si tienen suerte, consiguen subir a examen (algo complicado últimamente debido a la huelga de examinadores) y mantienen esa fortuna durante la prueba conseguirán tachar ese reto de su lista. Probablemente nadie le ha comentado que entonces empieza lo complicado: la primera causa de mortalidad juvenil son los accidentes al volante.
Dejando de lado que el conductor cumpla con sus obligaciones y responsabilidades (alcohol, drogas, móviles, velocidad elevada…) está el tráfico intenso, sustos inesperados, asfalto irregular y un sinfín de elementos externos que pondrán a prueba su temple y capacidad. El examen de conducir no te prepara para todos estos inputs, ni de lejos, pero existe una solución: los cursos de conducción. A lo largo de nuestra trayectoria hemos asistido al nacimiento de programas educativos pero el Volkswagen Driving Experience y su extenso programa (Escuela R, Escuela 4Motion y Experiences) tiene algo especial, empezando por la calidad de sus instructores y acabando por los vehículos a los que se accede.
Luis Moya, mítico copiloto de Carlos Sainz y embajador de Volkswagen Driving Experience, nos dio la bienvenida al curso Escuela R Advance bajo un lema: “Nosotros somos el antídoto para acabar con la mortalidad en la carretera”. Las excusas se relegaron a un segundo plano durante el último evento del calendario Experience, reservado a los amantes de la velocidad que buscan mejorar al detalle algunos aspectos de su conducción en Montmeló. Existen dos niveles previos (Escuela R Junior y Escuela R Intensive) que muestran al participante los elementos básicos de la conducción segura como la posición de conducción, los pasos por curva y la importancia de la vista. En el nivel Advance la exigencia es mayor pero permite conducir en pista durante mucho más tiempo el Volkswagen Golf R y Golf GTI
LA IMPORTANCIA DE UNA BUENA BASE
Tras una primera parte teórica en la que un instructor introduce nuevos elementos a tener en cuenta como las distintas maneras de trazar una curva en función de las necesidades, la importancia de jugar con el peso del vehículo para favorecer la trazada y como aprovechar al máximo la frenada, nos pusimos manos a la obra. Primera norma: mente abierta para captar todas las indicaciones del instructor y hacer caso en todo momento. Todo el mundo es bueno, pero debe aprender a serlo de la mano de los que saben.
La prueba de frenada regresiva puso a más de uno en apuros y el trazado revirado denominado Mickey Mouse nos mostró la importancia de la vista y la sensibilidad. Tras la frenada de emergencia nos tocó entrar en circuito y disfrutar de las espectaculares prestaciones del Golf R y el mítico golf GTI, muy distintos entre sí pese a su idéntica base. Fue entonces cuando quedó patente algo obvio: una buena base es imprescindible para empezar a mejorar. Detalles como la posición de las manos al volante, saber mirar lejos, no precipitarse… Avisos que muchos ignoramos en carretera pero que en circuito, donde todo sucede muy rápido, son la clave para ir rápido y en la vida real puede suponer la diferencia entre un susto y algo más grave.
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Cualquier curso Volkswagen Driving Experience te asegura diversión y velocidad pero es en este último nivel Advance, tras casi 4 horas de circuito, donde podrás exprimir al máximo la altísima calidad de sus instructores. Tal y como decía Moya antes de comenzar: “aquí no sólo hay mucho piloto, hay mucho campeón”. Sin duda el equipo humano es elemento diferenciador de este programa de conducción, donde los vehículos forman parte de la emoción pero lo mejor es sentir la progresión al volante. Después de pasar por todos y cada uno de los niveles de la Escuela R Volkswagen sólo queda concluir: los cursos de conducción deberían ser de obligado cumplimiento para circular y mientras no lo sean recomendamos fervientemente gastar menos de 280€ en una jornada apasionante que puede salvarte la vida.