Si hay una marca que es, sin duda, una de las campeonas en cuanto a rendimiento de sus motores, es Ford. Lo ha demostrado batiendo dos récords de conducción ecológica, consiguiendo una media de eficiencia de 2,9 l./100 km con el motor TDCi diésel de 2.2 litros del Fiesta, y ha conseguido recorrer 1616 kilómetros con un solo depósito con el Ranger.
Tras estos dos logros, Ford nos trae cinco consejos que hay que tener en cuenta si queremos también moderar nuestro consumo. Aunque existan falsos mitos, hay algunos consejos que pueden llegar a ser difíciles de seguir para aquellos que sean un poco impacientes, pero que resultan provechosos de verdad.
1. QUE TU COCHE ESTÉ A PUNTO
Tu coche debe estar siempre a punto para cualquier aventura. Esta es la clave para que el ahorro de combustible sea factible. Lo explicamos: pasar las revisiones del coche y revisar los niveles de aceite es importante ya que, por norma, los coches sujetos a un correcto mantenimiento funcionan de manera más eficiente.
2. EL NEUMÁTICO MANDA
El consumo de nuestro vehículo viene condenado, en parte, por el estado de nuestros neumáticos. Por esto Ford nos recomienda comprobar la presión de nuestros neumáticos cada mes. Los neumáticos sin suficiente aire pueden incrementar el consumo de combustible en hasta un cuatro por ciento, que no es poco.
3. ¡ME CABE DE TODO EN EL COCHE!
¿Eres de los que cede tu coche para guardar cosas que no son tuyas? O simplemente, ¿llevas en él cargas innecesarias 'por si a caso'? Pues no lo hagas. Como más pesa el vehículo, más consume. Saca todo aquello de lo que puedas prescindir y disfruta de un viaje más ligero.
4. LAS VENTANAS TAMBIÉN PERJUDICAN
Quita los portaequipajes y mantén las ventanas cerradas, especialmente si conduces a velocidades altas. Esto reducirá la resistencia del viento y así ahorrarás hasta un 10% de combustible, que no es poco.
5. SE PRÁCTICO CONDUCIENDO
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Nada nuevo para muchos, pero vamos a repasar los fundamentos de la conducción eficiente. Empieza por conducir suavemente y evita los acelerones y frenazos, que penalizan la economía del combustible. Además, cuando aceleres cambia a marchas más altas cuanto antes.