A sus 31 años, el considerado mejor fondista de la historia, triple campeón olímpico y cinco veces campeón mundial entre 5.000 metros y 10.000 metros, se impuso con brío tras escaparse en solitario a 14 kilómetros de la meta.
Prudentemente colocado en el grupo de cabeza hasta el kilómetro 27, Bekele decidió entonces acelerar el ritmo a pesar de que el tiempo intermedio hacía presagiar ya un excelente crono.
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El etíope, sin embargo, tuvo un susto a ocho kilómetros del final, cuando mostró un muslo a su entorno, dando a entender que le dolía. Desde su primer maratón, Bekele superó a su ilustre compatriota Haile Gebreselassie, que en su debut sólo pudo terminar tercero del maratón de Londres en 2002, con un tiempo de 2h06:35 en un recorrido considerado más rápido que el de la capital francesa.