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Se han disparado todas las alarmas en el Atlético de Madrid. Una de sus piezas más fundamentales, el guardameta esloveno Jan Oblak, está en el foco de uno de los gigantes de la Premier League: el Manchester United.
La extraña situación de David De Gea, que ha pasado de ser salvador en la mayoría de partidos de los 'red devils' a villano en los últimos meses, podría dejar huérfana la portería de Old Trafford. A pesar de que el portero internacional español está negociando una ampliación de su contrato con el equipo de Mánchester, en Italia y Francia tiene a varios pretendientes esperando su decisión final.
En el caso de que finalmente De Gea abandonara a los mancunianos, el foco sí que se pondría sobre Oblak ante la desesperación atlética. Con un contrato recientemente revisado y renovado, el esloveno está ligado con el Atlético de Madrid hasta el verano de 2023, pero el tímido aumento de su cláusula, que solamente creció de los 100 a los 120 millones por petición del jugador, hacen del arquero una pieza accesible para un monstruo económico como el United.
Ni los 120 millones de su cláusula ni su elevado salario, que ronda los 10 millones netos por temporada, serían problema para los de Mánchester. Es sabido que se trata de una entidad con un poder económico asombroso pero, además, podría sacar mucho dinero si se acaba confirmando el traspaso de Paul Pogba al Real Madrid. Por lo tanto, el Manchester United podría romper la tranquilidad colchonera y arrebatarles a uno de los mejores porteros del mundo pagando la integridad de su cláusula.
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Si se da el caso en el que De Gea cambia de aires y el United está dispuesto a pagar la cláusula de Oblak, el Atlético no podrá hacer más que apelar al sentimiento rojiblanco del cancerbero y garantizarle un proyecto ganador para que apueste por continuar en el Wanda Metropolitano.