Giuliano Simeone, puro Atlético de Madrid

El pequeño de los Simeone firmó un gran partido frente al Leganés demostrando una vez más ser hijo de quien es

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Blanca Sánchez

A Giuliano Simeone le corre sangre atética por las venas, y cada vez que puede lo demuestra. En el choque frente al Leganés, el Atlético empezó perdiendo.

Había que darle la vuelta sí o sí porque los colchoneros no se podían permitir otro batacazo, en casa no. Y ahí fue cuando entró en escena Simeone, pero no el que todos piensan.

Fue Giuliano el que salvó los muebles del equipo. Firmó un partido excepcional, demostrando una vez más que los pocos minutos que tiene sobre el verde los aprovecha al 100% luchando cada balón y dando la asistencia para remontar el encuentro (2-1).

Pero no sólo eso, Giuli demostró que es puro Atlético de Madrid lo mires por donde lo mires.

DE PADRES A HIJOS

De tal palo, tal astilla. El refrán no iba a ser menos en su familia. No hay duda de que Giuliano es hijo de Diego Pablo. Es 100% Simeone.

El 'Cholo' es ese tipo de padre que no regala nada a sus hijos. Que lejos de tirarles flores, siempre ve lo que pueden mejorar (aunque hayan hecho su mejor partido). En rueda de prensa, al ser preguntado por la actuación de Giuliano, lo primero que respondió fue: "Es su trabajo, es lo que tiene que hacer". Y automáticamente después de eso, decidió ensalzar la figura de Javi Galán.

Giuliano Simeone, puro Atlético de Madrid / SPORT.es

Amó el balón como su padre, y mamó Atlético de Madrid desde bien pequeño. Comprometido y luchador como el que más, Giuliano ha trabajado duro para llegar a estar a las órdenes de Diego Pablo.

El corazon de Giuli bombea sangre rojiblanca. Y eso siempre se lo tendrá que agradecer a su antecesor.

CORAJE Y CORAZÓN

El ADN Atlético de Giuliano Simeone empieza por las palabras clave del club. “Coraje y corazón”. Giuliano creció a la vez que el Atleti también lo hizo. Ambos de la mano de su guía. Cuando Diego Pablo cogió las riendas del equipo, el delantero argentino tenía tan solo 9 años. Coraje no le iba a faltar, pero corazón menos.

La asistencia ante el Leganés también lo demuestra, sobre todo la celebración. Tuvo el coraje de ir a por el balón hasta el final. Y tuvo el corazón de celebrarlo como si el gol hubiera sido suyo (aunque, en realidad, un 80% de esa diana tiene escrito su nombre).

Se volvió loco cuando el esférico entró en la portería (en eso también es igualito que su padre) y no tardó en besar el escudo. Su cara de emoción lo dice todo. Y la de sus compañeros y la de Simeone también.

NUNCA DEJES DE CREER

Giuliano tampoco se queda atrás con el lema principal del equipo. “Nunca dejes de creer”, y él nunca lo hizo.

Su padre, Diego Pablo Simeone, es el dueño y señor del equipo rojiblanco, pero no por eso le iba a dar privilegios. Y el ‘cholito’ lo sabía. Se fue cedido al Zaragoza y luego al Alavés. Sufrió mucho (pasó por una lesión de fractura de peroné y una luxación de tobillo que le obligaron a pasar por quirófano) y trabajó para poder volver al club de sus amores. No negocia el esfuerzo. Y su oportunidad llegó.

Momento en el que Giuliano salva el balón antes de dar la asistencia a Griezmann / Twitter

Es difícil demostrar que eres necesario en un club como el Atlético de Madrid. Y más aún con pocos minutos en tus botas. Pero aquí es cuando se repite el lema.

Salió los últimos 30 minutos ante el Leganés y, en un balón que todos daban por perdido, el pequeño de los Simeone no dejó de creer. Lo peleó, lo salvó y le puso un caramelo a Antoine, que no dudó en rematar. No dejó de creer lejos de su equipo, ni tampoco lo hizo dentro de él.

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Hablar del apellido Simeone es hablar del Atlético de Madrid. Vayan donde vayan. Estén donde estén.

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