FÚTBOL
El Atlético se vuelve un equipo perdedor mientras Simeone se olvida del cholismo de bandazo en bandazo
Cuando aún faltan dos meses para el final de 2024, los rojiblancos están ya fuera de la lucha por LaLiga y han llegado a su récord de derrotas en un año natural durante la era del entrenador argentino: 14, como en 2021 y 2022
Tropezón tras tropezón, el Atlético de Madrid se está quedando sin argumentos, y sin identidad. Había quién se consolaba en el club rojiblanco, ya se sabe eso de que quién no lo hace es porque no quiere, sosteniendo que a pesar de todo era el único equipo invicto de LaLiga (en Champions ya contabilizaba dos partidos perdidos) tras diez jornadas. Pero poco duró el argumento, porque a la 11ª cayó el registro, y lo hizo a lo bestia, con una derrota en casa del Betis que fue mucho más abultada en las formas de lo que refleja el marcador (1-0) y que desnuda al completo todas las carencias del un equipo, el de Diego Pablo Simeone, carente a estas alturas de identidad.
Ni hay ni rastro de la solidez que caracterizó su equpo durante tantos años, pero tampoco de una evolución hacia ese equipo más ofensivo que se podía esperar tras un mercado de fichajes ilusionante (y multimillonario). Ahora mismo, transmite la sensación es haberse quedado en tierra de nadie, de que algo se ha roto tras lo construído y un mes de septiembre prometedor. Los males, sobre todo lejos de Metropolitano, siguen ahí, perennes, y lo que parecía que iba a mejor se ha difuminado conforme han ido cayendo jugadores indispensables en el esquema del técnico argentino, convirtiendo cada once en una probatura que, ultimamente, da más sensación de improvisación que de plan.
Las bajas de Le Normand, Llorente y Barrios han dinamitado cualquier atisbo de mejora y de continuidad. Tres piezas claves que habían sido protagonistas en el inicio de temporada y que cayeron lesionados, descuajeringando los esquemas del Cholo, tras el derbi. Ese punto de inflexión, tanto en lo social y lo deportivo, en la temporada del Atlético: a partir de ahí, el club rojiblanco ha jugado cinco partidos y solo ha ganado uno (Leganés), perdiendo tres (en Liga ante el Betis y los dos de Champions con Benfica y Lille) y empatando otro (San Sebastián).
Debacle post-derbi
Desde aquel día, y centrándonos en lo puramente deportivo, Simeone no da con la tecla. Y tampoco parece estar cerca de hacerlo, puesto que el equipo, sobre todo en sus salidas, acostumbra, a encontrar la manera de dar una peor versión que la anterior, por increíble que parezca a la vista de una plantilla llena de jugadores de élite. El primer tiempo ante el Betis fue el colmo de un octubre negro, rozando lo bochornoso por parte del Atlético, al que solo la falta extrema de acierto de los sevillanos le permitió escaparse de una merecida goleada en contra. Y que le ha dejado fuera de la lucha por LaLiga (está a 10 puntos del Barça) y muy tocado en Champions (26º de 36).
La visita a Sevilla fue el remate final. Jamás había perdido Simeone contra Pellegrini (ocho victorias y cuatro empates) hasta este domingo. Una muestra más de lo endeble e irreconocible que se ha vuelto un Atlético en el que los bandazos se han convertido en el sino de las decisiones de un entrenador que parece perdido a pesar de asegurar que "conoce el camino". Son continuos los cambios de sistema (hasta seis distintos en los últimos tres partidos). De la defensa de cinco a la de cuatro, con la referencia arriba de Sorloth primero y luego de Julián, cambios contiuos en el centro del campo...
Los jugadores del Betis celebran el primer y único gol del encuentro correspondiente a la jornada 11 de Laliga EA Sports que han disputado hoy domingo Betis y Atlético de Madrid en el estadio Benito Villamarin, en Sevilla. / EFE/ Julio Muñoz
El Atlético ni juga a crear, ni tampoco destruye. Nadie sabe a estas alturas a lo que juega. Y su técnico parece que tampoco. “El entrenador no ha logrado darle a los jugadores lo que necesitaban para que puedan responder al partido que jugábamos hoy. Lo planteamos de una manera y no pudimos representarlo en el juego. El entrenador tiene una idea, los jugadores lo representan y el responsable es el entrenador. Desde mi persona hay cosas para mejorar, trabajo por delante, tengo que sacar más partido a las características de los jugadores nuevos y el primer foco soy yo”, se autoinculpó un autocrítico Simeone tras la derrota ante el Betis, tratando de proteger a los suyos.
Jugadores señalados
Esos que tampoco están rindiendo al nivel que marca su estatus. Por mucho que Simeone busque atraer todo el foco mediático y cargar con toda la responsabilidad sobre sus hombros, son muchos los señalados en un inicio de temporada poco prometedor. Y algunos, como en el caso de los argentinos Nahuel y De Paul, empiezan a ser recurrentes. Dos campeones del mundo que ni están, ni se les espera al nivel que luego demuestran con Argentina. Otros como Samu Lino, que brilló el año pasado, se han difuminado entre idas y venidas de posición.
Atrás, la baja de Le Normand ha dejado al aire todas las carencias de una defensa cogida con alfileres, que sufre sobremanera cuando faltan o el francés o Giménez. Ni Witsel ni Reinildo están al nivel de sus compañeros, y sus participaciones cuando faltan lo demuestran. No hay ni rastro del equipo sólido que algún día fue, más allá de quien jugara: 10 goles encajados en los cinco partidos de octubre.
Y en la delantera, Sorloth tampoco está siendo capaz de mostrar la "contundencia" que le reclama Simeone y que sacó la temporada pasada, permitiéndole luchar por el pichichi hasta la última fecha de LaLiga. Por mucho que Julián Alvarez deje destellos, y que Griezmann siga teniendo fútbol en su cabeza y sus botas, el plan de ataque no se atisba. Koke sufre en el pivote y no hay ninguna alternativa física ni de músculo en el banquillo. El capitán lo sigue jugando todo por los problemas físicos de un Barrios que cuando está sano es intocable por lo que ofrece, pero que pasa más tiempo en la grada que en el campo.
No gana con continuidad el Atlético (seis victorias, cinco empates y tres derrotas en lo que va de curso). Y así, entre idas y venidas, el ve cómo la temporada se le escapa en octubre y aunque Koke sostenga que "queda mucho por delante", la realidad es que está más que al filo del precipicio, al menos para cumplir las expectativas fijadas en verano. Mientras, el club ha llegado a su récord de derrotas en un año natural durante la era del entrenador argentino, según recogía el canal de Youtube @atletico_stats_: 14, como en 2021 y 2022. Y todavía quedan dos meses, o lo que es lo mismo, 11 partidos por delante para cerrar 2024.
Malas noticias, una tras otra, para un equipo que el próximo jueves visita al Vic de la 1ª catalana en la primera ronda de la Copa del Rey, en un duelo que se ha convertido en trascendental a pesar de la diferencia de nivel entre ambos equipos. Porque no sería la primera vez que el Atlético se mete en problemas contra equipos muy inferiores y porque tal y como va la temporada, este año no está para desperdiciar la Copa.
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