Necesitaba el Atlético una victoria como el comer después de sumar un punto de nueve posibles en los últimos tres partidos de la Liga y la consiguió ante el Granada en el Wanda Metropolitano gracias a un solitario tanto de Correa que aúpa al equipo rojiblanco a la cuarta plaza de la tabla a expensas de lo que haga el Sevilla mañana en Balaídos ante el Celta de Vigo.
Sin Morata por lesión, Simeone se decantó por una delantera formada por Vitolo y Correa para medirse a los nazarís. El experimento le salió redondo al argentino, ya que no habían transcurrido cinco minutos de juego cuando el ángel del Atlético ponía por delante a su equipo tras un saque de banda rápido que cogió descolocada a la zaga del Granada. Correa lo mismo te vale para un roto que para un descosido. Estuvo a punto de abandonar el club en verano, pero su traspaso al Milan terminó frustrándose y ahora es uno de los intocables del Cholo, ya sea para jugar en banda o arriba.
El tanto dio mucha tranquilidad al conjunto rojiblanco, que a partir de ahí ya jugó a placer ante un Granada que reservó a varios de sus habituales titulares para la Copa. Vitolo tuvo el segundo gol colchonero en sus botas, pero el disparo del canario desde la frontal se topó con el palo.
SIN CAMBIO DE GUIÓN
Jugando a medio gas se bastó el Atlético para maniatar a su rival, al que le faltó ritmo y clarividencia a partir de tres cuartos de campo, donde nunca dio con la tecla para desarmar el entramado defensivo planteado por el Cholo.
Tras el paso por vestuarios el equipo de Diego Martínez quiso dar un paso hacia delante, pero se lo impidieron los colchoneros a través de una buena faena en la presión que cortocircuitó el juego nazarí. La entrada de Carrasco por Lodi resituó a Saúl en el lateral izquierdo, recurso habitual de Simeone cuando quiere poner el candado a ese carril.
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De ahí al final del partido buscó la igualada el Granada. Sin embargo, le faltaron armas a pesar de la insistencia de Soldado, que merodeó el área de Oblak con mucho peligro aunque sin acierto.