La temporada de Fórmula 1 ha vuelto a vivir otro episodio histórico en el conflicto entre Max Verstappen y Lewis Hamilton. Los dos pilotos colisionaron en la primera curva del circuito cuando corría la vuelta 25 y el monoplaza de Red Bull terminó sobre el Mercedes en lo que será una de las imágenes más icónicas del mundo del motor.
El piloto británico salió del pit-lane hasta encontrarse con el neerlandés en el primer giro y le obligó a salirse de los límites de la pista en una muestra más de la tensión que existe entre los dos primeros clasificados del campeonato. El Red Bull tocó al Mercedes en el giro a izquierda y el monoplaza voló y terminó sobre el de la marca alemana.
A diferencia de lo que sucedió en el Gran Premio de Silverstone, el choque entre ambos pilotos terminó con el número 1 de Mercedes y Red Bull Racing fuera de la carrera en el ecuador: ningún piloto pudo sumar puntos y la clasificación general en el Mundial se mantiene intacta. Max Verstappen tendrá tres puestos de sanción en la próxima prueba del campeonato.
La gran oportunidad de los McLaren
El accidente entre Max Verstappen y Lewis Hamilton dejó en bandeja la victoria para McLaren: Daniel Ricciardo se impuso escudado por Landor Norris, una victoria para la marca británica que no se daba desde 2012. El piloto australiano se subió a lo más alto del pódium, algo que no ocurría desde el Gran Premio de Mónaco de 2018.
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McLaren también subió a su segundo coche al cajón, con un meritorio segundo puesto de Lando Norris. La marca británica no lograba un doblete en lo más alto de una prueba desde Brasil 2010: Lewis Hamilton venció y Jason Button terminó segundo.