Djokovic es considerado por muchos como el mejor tenista en activo del mundo. Su permanencia ad eternum en el número uno del mundo es un detalle a tener en cuenta para esto. No obstante, solo ha logrado un Grand Slam de París en toda su carrera, por lo que parece que el Roland Garros se le resisten. No es para menos, sobre todo si tenemos en cuenta que esta competición ha tenido un claro competidor durante todo su periodo de actividad: Rafa Nadal.
Sin embargo, Djokovic es el segundo favorito para ganar el trofeo de este campeonato. Aunque cabe reconocer que este año se le está atragantando más de lo que cabría esperar del número uno del mundo.
Sus números hablan por sí solos, ya que el serbio ha vencido con contundencia en las primeras fases con un 6-2 6-4 6-2 ante Tennys Sandgren, luego un 6-3, 6-2, 6-4 ante Cuevas. En la siguiente fase obtuvo un arrollador 6-1, 6-4, 6-1 frente Berankis. Finalmente, el último partido fue un auténtico infierno ante Lorenzo Musetti, ante quien cedió los dos primeros sets para finalmente remontar heroicamente en un 6-7, 6-7, 6-1, 6-0 y 4-0.
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Así, el serbio tuvo que tirar de pundonor para poder imponerse en su último partido, lo que podría haberle desgastado físicamente para el siguiente encuentro.