El inicio de temporada de Fernando Alonso a bordo de su nuevo Aston Martin AMR23 está siendo prácticamente inmejorable. Dos podios consecutivos que hacen crecer todas las aspiraciones del asturiano.
Sin embargo, un significativo defecto en su coche ha hecho saltar las alarmas en la escudería británica que ya trabaja a marchas forzadas para tratar de solucionarlo de cara al GP de Australia.
Sin embargo, a pesar de las grandes mejoras incorporadas al coche del asturiano, el monoplaza tiene un problema que puede dar al traste con las expectativas del piloto.
Una arma sin efectos
Los datos recogidos en las dos primeras carreras del año dejan en entredicho el uso del DRS en el Aston Martin.Ya en Baréin se pudo ver como el Aston Martin tenía problemas de velocidad punta en las rectas, especialmente a la hora de dar la vuelta de clasificación.
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Pero los datos de Arabia Saudí no dieron lugar a dudas: el coche de Fernando Alonso sufre mucho cuando todos llevan abierto, con casi 10 km/h de déficit.