Llegó el gran día. Real Madrid y FC Barcelona configuran el partido de la jornada y una de las grandes cita de la temporada futbolística. En el mejor momento desde la llegada de Xavi Hernández, los azulgranas quieren poner fin a una sangría en los Clásicos.
El conjunto culé, que suma un total de 12 jornadas consecutivas sin perder en LaLiga, encadena un total de seis enfrentamiento directos sin ganar: un empate y cinco derrotas que confirman la falta de superioridad sobre el eterno rival. El más reciente, la eliminación en las semifinales de la Supercopa de España en una prórroga en la que mereció más premio.
En todos los precedentes de la historia, el balance es ligeramente favorable al equipo de la capital: 95 victorias para el Real Madrid, 88 para el Barça y un total de 48 empates en un total de 231 encuentros oficiales entre todas las competiciones.
¿Un Clásico descafeinado?
Barça y Real Madrid configuran el gran atractivo de la jornada en un Clásico con cierto aroma descafeinado. La diferencia de puntos real en LaLiga es evidente: a falta de recuperar el partido con el Rayo Vallecano, 15 puntos separan a ambos conjuntos en la tabla.
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El equipo azulgrana quiere tres puntos para confirmar su consolidación en la zona Champions y mostrar que el crecimiento competitivo es total: el buen momento tanto en LaLiga como en la Europa League invitan al optimismo.