La Selección española se quedó con la miel en los labios en el partido contra Alemania (1-1). Una victoria hubiera hecho que, matemáticamente, el combinado nacional ya estuviera en octavos de final del Mundial y, de paso, dejar al combinado germano -uno de los grandes favoritos al título- con pie y medio fuera del campeonato a las primeras de cambio. Ahora, España se lo jugará todo contra Japón, en un choque en el que Luis Enrique es consciente de que debe hacer modificaciones. La que más morbo genera apunta a quién será el encargado de buscar los goles frente a los asiáticos.
Después de la enorme puesta en escena del equipo español ante Costa Rica (7-0), el resultado contra los germanos volvió a poner a España con los pies en la tierra, en una lectura clara: ni era tan buena antes ni tan mala ahora. Al contrario, el combinado nacional ha demostrado que tiene plantilla y nivel suficiente para llegar muy lejos en el campeonato y, a falta de una jornada, está primera de grupo y dependiendo de sí misma. Aunque, eso sí, el equipo podría sufrir modificaciones. Y ahí es donde surge uno de los nombres que genera más misterio: Ansu Fati.
Según los pronósticos de Betfair, que Ansu Fati marque en cualquier momento del partido ante Japón se paga a 2.3€ por euro apostado y es el segundo jugador con mayor índice de probabilidad de conseguirlo, sólo superado por Álvaro Morata (1.9€). Para muchos analistas, Fati sigue siendo el único 'diferente' dentro del equipo, esto es: uno de esos jugadores que cambia el partido con dos toques de balón y al que se le caen los goles, pero su rodilla sigue dejando dudas sobre su estado de forma.
Nico Williams, por delante
De hecho, de haber estado en plenitud de forma, seguramente hubiera saltado al campo en los minutos finales contra Alemania en busca del gol que certificara el pase a los octavos, pero el elegido fue Nico Williams. El hecho de que el azulgrana no jugara hace pensar que su condición no es la mejor y que, de momento, Luis Enrique apuesta por la prudencia con él. Un golpe ante una defensa tan dura como la alemana podría haberle dejado en fuera de juego para el resto del campeonato y, por ello, el seleccionador sigue tirando de prudencia con Ansu.
Ansu Fati solo ha jugado cinco partidos con España, pero ha marcado dos goles y dado una asistencia. De hecho, en su segundo encuentro, logró convertirse en el goleador más joven de la historia de España, con 17 años y 311 días. Es un delantero diferente, con mucha movilidad, gol y capaz de cambiar un partido con solo un toque de balón. Si no está jugando seguramente sea porque no está a tope.
Titular ante Jordania
Justo antes del comienzo del Mundial, parecía que Ansu Fati tenía muchas papeletas para ser titular en el primer partido. España superó con nota su último examen antes del Mundial. La selección de Luis Enrique derrotó cómodamente a Jordania con Ansu Fati como gran protagonista del encuentro. El técnico asturiano apostó por el blaugrana, convocándole a última hora, con el convencimiento de que puede ser un futbolista decisivo para el equipo nacional. Le dio la titularidad en el amistoso de Ammán y Ansu Fati respondió con su habitual eficacia: marcó un gol y evidenció su talento natural para desequilibrar a las defensas rivales. El delantero, que jugó 70 minutos, parecía estar preparado para el reto al que se enfrenta: disputar su primer Mundial después de haber superado dos años de calvario por culpa de las lesiones.
El trato de Xavi
NOTICIAS RELACIONADAS
Su técnico en el Barça, Xavi Hernández, ha ido gestionando con precisión quirúrgica el paulatino regreso de Ansu a la competición. El físico del canterano ha aguantado sin problemas el esfuerzo gradual al que ha sido sometido. Pero ahora, en una competición tan corta como el Mundial (con un máximo de siete partidos en el caso de llegar a la final), será más difícil controlar los esfuerzos. Según los pronósticos de Betfair, que España gane el Mundial se paga a 7.5€ por euro apostado y ya es la tercera favorita sólo por detrás de Brasil y Francia. Si logra recuperar la mejor versión de Ansu Fati, todo puede que vaya mejor todavía.