Liverpool vs Real Madrid: sobreviviendo a Anfield

La Champions tiene una aureola que la rodea que la convierte en algo mágico. Desde el himno hasta las estrellas de su logo. También, por supuesto, los escenarios en los que se juega. Los mejores del mundo. Como Anfield, lugar en el que se dirime una eliminatoria de cuartos que resulta favorable para el Madrid tras el 3-1 de la ida.

Sin embargo, la ausencia de aficionados resta mucho potencial al equipo de Klopp en busca de la remontada. Es como si las gargantas de sus aficionados fueran su voz, una voz que sin ellos ha desaparecido en una temporada preocupante tras una anterior soberbia (cada equipo saca 3 o más córners se paga [1.8 a 1]).

Toda la mística que rodea al Liverpool y a su estadio queda desmontada sin la acústica y la presión de Anfield. El Madrid, además, es el equipo más difícil de intimidar de Europa. Le da igual salir airoso de un campo abarrotado de gente apoyando al rival que de un campo de entrenamiento como definió Klopp a Valdebebas, el lugar en el que los blancos encontraron tan preciado botín en la ida. Esa condición de equipo camaleónico le hubiera servido en un Anfield lleno, al igual que le vendrá bien en el mismo recinto pero sin aficionados en las gradas. No hay superviviente más salvaje en Europa que el Madrid (no marcan los dos equipos se paga [2.6 a 1])

Y eso que viaja a Liverpool sin centrales titulares (Ramos y Varane), sin su estrella mediática (Hazard) y sin algunos de los motores que le han hecho despegar en esta temporada tan intermitente (Lucas Vázquez y Valverde). Al Madrid le da igual todo y a Zidane, también. De la manga se ha sacado alternativas inesperadas y dibujos tácticos poco vistos antes para llegar a estas alturas del torneo con las semifinales a vista de pájaro. A ver qué inventa ahora (Benzema marca en cualquier momento se paga [2.2 a 1].

Del Liverpool no se salvan demasiados del suspenso general, pero mantiene jugadores como Salah, Mané, Firmino o Diogo Jota que un buen día pueden hacer que suene la campana. Hasta Klopp, el eterno ganador, el hombre de la sonrisa perfecta, parece resignado antes de tiempo. Pocas veces antes habíamos visto a un Klopp tan depresivo (apuesta sin empate Real Madrid se paga [2.5 a 1]). Razones no le faltan para estarlo: su equipo no carbura y enfrente viene un Madrid con fuego. Suficiente para otro incendio en Anfield...