El FC Internazionale de Simone Inzaghi afronta la segunda jornada de la Serie A visitando al Hellas Verona antes del parón por selecciones. Después de un verano con mucho movimiento, el deseo del club es volver a dominar el fútbol italiano y dar un paso más en Europa, donde la temporada pasada cayeron en la fase de grupos de la Champions League.
Los italianos, que este verano han perdido a Antonio Conte, Achraf Hakimi y Romelu Lukaku, buscan repetir la gesta del curso anterior y privar a la Juventus de un nuevo título de Serie A, algo que venía consiguiendo desde 2012. Para ello han llegado algunos refuerzos como Denzel Dumfries, Hakan Çalhanoglu, Matteo Darmian y Edin Dzeko, además del propio Simone Inzaghi al banquillo.
Enfrente tendrá un rival que cayó por la mínima en el estreno frente al Sassuolo y que la temporada pasada le arrebató el sueño de la Champions a un Nápoles que cedió el cuarto puesto en la última jornada a la Juventus de Cristiano Ronaldo. La clara ventaja de los neroazzuros es el bagaje: el Hellas Verona no ha sido capaz de derrotar al Inter en los últimos cinco enfrentamientos directos (4D y 1E).
Mantener la hegemonía con las caras nuevas
El Inter afronta una crisis económica sin precedentes, algo que le ha obligado a deshacerse de piezas importantes en la consecución del título liguero como Achraf Hakimi (60M€) o Romelu Lukaku (115M€). Es por ello por lo que la dirección deportiva ha trabajado duro en los últimos meses para reforzar al equipo con un gasto mínimo: Dumfries (12,50M€), Çalhanoglu (libre), Darmian (2,50M€) y Edin Dzeko (libre).
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Porque la crisis de los italianos no es deportiva, sino económica: el Inter quiere volver a dominar en la Serie A como lo hiciera la temporada pasada y volver a ser un equipo poderoso en la Champions League, la gran asignatura pendiente.