El hasta delantero del FC Barcelona, Antoine Griezmann, ha regresado en calidad de cedido con opción de compra obligatoria al Atlético de Madrid, club del cual salió hace ahora dos temporadas por 120 millones de euros. Su rendimiento en Barcelona no ha sido el esperado, y la grave situación económica del club han terminado por llevar al atacante al Wanda Metropolitano.
El francés, que iba a ser importante en la pizarra culé con la salida de Leo Messi al PSG, volverá a estar a las órdenes de Cholo Simeone, el técnico que más rendimiento le ha dado a lo largo de su trayectoria deportiva. Con el argentino, Griezmann ha sido el jugador que más partidos ha disputado (257), el que más goles ha marcado (133) y el segundo que más asistencias ha repartido (46).
El también ex de la Real Sociedad, con 30 años, afronta su segunda etapa en la capital, donde espera volver a tener un rendimiento óptimo que ayude al equipo a mantener la hegemonía en LaLiga y a llegar lejos en la Champions League, la gran asignatura pendiente.
Un periodo intenso en Barcelona
La llegada de Griezmann a la ciudad Condal se produjo tan solo una temporada después de anunciar que renovaba con el Atlético de Madrid. Entre tanta polémica, lo cierto es que el jugador no ha sido capaz de ofrecer un rendimiento acorde a su precio: no encontró su sitio en las pizarras de Valverde, Setién ni Koeman.
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El jugador pone punto y final a dos temporadas en las que ha disputado un total de 102 encuentros oficiales y en los que ha anotado 35 goles y ha repartido 17 asistencias. Se entendió bien con Leo Messi, pero no supo brillar y exhibir el potencial con el que aterrizó.