La delegación española de fútbol masculino afronta las semifinales de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ante la anfitriona Japón tras deshacerse en la prórroga de Costa de Marfil (5-2). El combinado nipón, con Take Kubo como líder indiscutible, es el último escollo antes de la gran final, donde podría enfrentarse a la otra favorita del torneo, la Brasil de Dani Alves y Richarlison.
Los de Luis de la Fuente, que accedieron como primeros de grupo, estuvieron contra las cuerdas en los cuartos de final ante el combinado africano. A pesar de ser superior durante los 90 minutos, un gol de Gradel en el último suspiro hizo saltar las alarmas. Pero el equipo reaccionó apenas un minuto después: Rafa Mir aprovechó una indecisión de la zaga rival para llevar el encuentro a la prórroga.
El delantero, junto a Oyarzabal desde el punto de penalti, sentenciaron el encuentro y sellaron el billete a las semifinales, que otorga a España la posibilidad de pelear por las medallas. El próximo rival será Japón, que se deshizo de Nueva Zelanda en la tanda de penaltis, y pondrá a prueba la presión para el combinado español.
Frenar a Take Kubo, la principal amenaza
La anfitriona del torneo es una de las sensaciones del torneo: ganó sus tres encuentros en la fase de grupos y tan solo ha encajado un tanto en lo que llevamos de Juegos Olímpicos. Su líder, el madridista Take Kubo, se ha destapado como el jugador referencia y es el máximo artillero del combinado nipón con tres goles, uno en cada encuentro de la fase de grupos.
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Por lo que respecta a España, es la gran favorita a derrotar a los japoneses y estar en la gran final, donde también se espera a Brasil, que se jugará el pase ante la sorprendente México. El combinado americano protagonizó uno de los encuentros del campeonato: derrotó a Corea del Sur por 3-6 en un encuentro loco.