Tras dejar atrás definitivamente los dolores en el tobillo y su 'maldita' placa de titanio que tantos problemas le ha hecho sufrir, Eden Hazard encara la nueva temporada pletórico de confianza y con ganas de redimirse.
El belga quiere recuperar la confianza de la afición que tanto apostó con su llegada y está dispuesto a dejar atrás todo el pasado para triunfar en el Santiago Bernabéu. A favor tiene su gran baza, que sigue siendo la confianza de Ancelotti.
El técnico italiano cree en la recuperación del belga e incluso piensa en él como la pieza para sustituir a Benzema cuando necesite descanso. El francés es la única referencia ofensiva y a sus 35 años tendrá que gestionar cada vez mejor su rendimiento.
Una puerta se cierra y otra se abre
Las banda izquierda, la natural de Hazard, es ahora propiedad Vinicius. El brasileño se la ganó a pulso el curso pasado (22 goles, 16 asistencias y cuatro penaltis forzados). La derecha, tras su final de curso desatado, lleva el nombre de Rodrygo, mientras se resuelve el ‘caso Asensio’ y con la inestimable aportación de Valverde.
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Ello deja un minutaje limitado como acompañante de Benzema, de ahí que Ancelotti tenga en mente utilizar a Eden en esa posición, como falso 9. El delantero suplente será Borja Mayoral, pero en una temporada más larga de lo habitual será necesario vigilar cualquier exceso.