El delantero del FC Barcelona, Ferran Torres, debutó como jugador del primer equipo en la derrota (2-3) frente al Real Madrid correspondiente a las semifinales de la Supercopa de España, tal y como hiciera Nélson Semedo en 2017.
El valenciano, que ha recalado en el Camp Nou en este mercado de invierno a cambio de 55 millones de euros, salió de inicio junto a Luuk De Jong y Ousmane Dembélé en la parcela ofensiva y completó la primera mitad.
El ex del Manchester City no tuvo una gran actuación, especialmente lastrado por sus casi tres meses de lesión: el extremo sufrió una fractura metatarsiana en el pie y no estuvo a las órdenes de Pep Guardiola desde mediados de octubre.
Plus al techo competitivo del equipo
La incorporación de Torres al Barça responde a una necesidad imperial por mejorar los registros goleadores del equipo. Como el séptimo equipo más goleador en LaLiga, la crisis se ha visto evidenciada en Champions League: tan solo sumó dos tantos en la fase de grupos.
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Con la recuperación de Ansu Fati y la llegada de Ferran Torres, además de Ousmane Dembélé, Memphis Depay y el renovado Luuk De Jong, el Barça afronta la segunda mitad de la temporada con atención a LaLiga, Europa League y Copa del Rey.