El pasado mes de marzo, Facebook confirmó que millones de contraseñas de Facebook fueron almacenadas en sus servidores en texto plano sin ningún tipo de encriptación; también confirmó que centenares de contraseñas de Instagram también fueron almacenadas de esa forma, pero en realidad el número era mucho, mucho mayor y ya se habla de millones de cuentas las que han sido comprometidas.
Estas contraseñas sin encriptar en texto plano fueron accesibles por cientos de empleados de Facebook, aunque la compañía asegura que, hasta la fecha, no hay evidencia de que alguien haya usado este privilegio de forma malintencionada.
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Si has sido uno de los afectados, Facebook te enviará un correo informándote y recomendándote que cambies tu contraseña, así como de los otros sitios donde utilices la misma, por motivos de seguridad. Nos topamos nuevamente con otro escándalo de la red social de Zuckerberg que no atraviesa su mejor momento, al menos en el ámbito de la seguridad. Tendrán que trabajar duro para ganarse nuevamente la confianza de sus usuarios.