La Dirección General de Tráfico contempla una infracción cuya multa es superior a las sanciones por consumo de alcohol y drogas al volante, que suponen el gasto de 1.000 euros para el conductor. En otros casos, como conducir sin seguro, la sanción supone 1.500 euros, muy por debajo de la mayor multa que puede emitir la DGT.
El Codificado de Sanciones de Tráfico contempla una multa de hasta 6.000 euros si se circula con un vehículo que lleve instalado un sistema que "interfiera en el correcto funcionamiento de los sistemas de Tráfico". En este contexto, los que más se repiten son los inhibidores de radar y los sistemas de ocultación de matrícula.
La DGT considera que esta infracción es muy grave y no tiene posibilidad de reducción aunque la paguemos en un periodo inferior a los 20 días siguientes desde recibir la notificación en casa. En la multa debe estar detallado el tipo de mecanismo, modelo y color. Si alguna de estas informaciones es incompleta, podría recurrirse la sanción.
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Además de la multa al conductor, el taller que ha instalado un sistema de ocultación de matrícula o inhibidor de radar también recibe una sanción de 3.000 euros por aplicar tecnologías prohibidas. Por otro lado, los avisadores de radar sí que están permitidos, puesto que funcionan con la información pública de la DGT.