El Real Madrid se impuso en un partido intrascendente, y por tanto sin alma, al Casademont Zaragoza por 97-88, en el último choque de grupos de esta Fase Final de la Liga.
Un triple de Fabien Causeur y dos tapones consecutivos de Walter Tavares a Tryggvi Hlinason dieron paso al 7-0 inicial con el que se abrió el intrascendente partido.
Pablo Laso, respetando la competición y al rival, no hizo concesiones desde el primer momento y Porfirio Fisac, fiel a su filosofía, siguió dando protagonismo a los jóvenes.
Con defensas de perfil bajo, sobre todo la madridista, el marcador siempre fue favorable al Madrid hasta el 22-17 con el que finalizó el primer cuarto.
El descaro de los zaragozanos y la falta de tensión del partido permitió que los rojillos, apoyados en una zona defensiva, igualaran el marcador, 24-24 (min. 12.15) y 29-29 (m.13.40), hasta que Felipe Reyes, Rudy Fernández y Sergio Llull, a golpe de triples, iniciaran un parcial terrorífico de 18-2 en los siguientes 4 minutos (47-31) que dinamitaron el marcador, que llegó al descanso con 48-36.
MÁS VENTAJA
El dominio abrumador de Tavares bajo los aros fue fundamental para el plácido transcurrir del partido para los de Laso.
Establecida la diferencia casi siempre superior a los diez puntos, Madrid y Zaragoza se acomodaron y dejaron fluir el partido sin mayores pretensiones hasta el 77-61 con el que finalizó el tercer período.
El Casademont aprovechó la falta de tensión defensiva madridista y abrió el último cuarto con una parcial de 2-8, 79-69, aprovechando su velocidad para culminar contragolpes.
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Con Jaime Pradilla, Carlos Alocén y Ander Urdiain entre los destacados, el equipo aragonés se acercó en el marcador, 83-77 (m.34.50), pero la llamada de Laso a capítulo a sus jugadores y el dominio de Tavares devolvieron la situación a su cauce tranquilo hasta el 94-88 final.