El Movistar Estudiantes se puede permitir soñar con entrar en los playoffs tras conseguir una victoria resuelta a cara o cruz, 95-90, ante un ICL Manresa que nunca volvió la cara al partido y que defendió su suerte hasta el final. Con los ataques imponiéndose a las defensas desde el primer minuto de juego, Jordi Grimau, exManresa, fue el encargado de enganchar al Movistar Estudiantes al partido, con 5 puntos seguidos, tras el buen inicio de los catalanes.
Xavi Rey, exEstudiantes, comenzó dominando bajo los aros, y Omar Cook vio juego con facilidad. El marcador se mantuvo igualado hasta que los colegiales dieron el primer estirón, 20-13 (min.6.15).Pero el Manresa aguantó esta propuesta ofensiva y cerró el primer cuarto con poca desventaja, 28-24, y unos guarismos elevados.
En el segundo cuarto, Ibon Navarro, entrenador del equipo manresano, decidió cambiar el paso y dar protagonismo a la defensa. La alternancia con una zona 3-2 basculante rindió de inmediato frutos para los visitantes, ya que cortaron el ritmo ofensivo del Estudiantes y, además, robaron balones y pudieron efectuar contraataques, 30-36 (min.14).
Alec Brown, con cinco puntos seguidos, frenó en seco este intento de conseguir una buena ventaja de los visitantes. Estudiantes se fue recomponiendo poco a poco, pero apenas consiguió alcanzar los vestuarios con una mínima renta, 45-44.
El Manresa no baja los brazos
La buena labor de Michael Machado y Aleksandar Cvetkovic mantuvo al Manresa con opciones, mientras que Edwin Jackson, menos tirador que en otras ocasiones, Goran Suton y Víctor Arteaga llevaron la voz anotadora en los locales.En el tercer cuarto, Estudiantes también apostó por la defensa y se mantuvo la paridad en el marcador. Dos triples seguidos de Cook (51-50 min.24) permitieron a los colegiales contrarrestar la buena puesta en escena de un ICL Manresa que trataba de aferrar al sueño prácticamente imposible de la salvación.
El trabajo a destajo de los de Navarro ocasionó mil y un problemas a un Estudiantes desbordado por momentos y sin ideas en otros, mientras que dos mates descomunales de Joe Trapani dieron moral a su equipo que consiguió cerrar el marcador después de 30 minutos de juego con un incierto 68-65.Brown, con su primer rebote, en ataque, en 20 minutos en pista, anotó su punto número 15 y dio a Estudiantes una ventaja importante, habida cuenta de lo estrecho de las diferencias a lo largo del partido, 73-67 (min. 32).
Igualdad total
Machado se resistió a dejar el partido antes de tiempo y siguió anotando para que el Manresa, insistiendo con la zona en defensa, mantuviera la esperanza, 74-70 (min.33.30). Trapani con otro mate remontando la línea de fondo volvió a instaurar las tablas en el marcador, 76-76, a falta de 5 minutos.Estudiantes tiró de experiencia y nadie con más que Sitapha Savané, que anotó cuatro puntos consecutivos bajo el aro para volver a dar vida a su equipo, 82-76 (min.37).
Cvetkovic apareció en el momento más crítico para anotar 5 puntos seguidos desde el exterior y poner el partido en un pañuelo, 83-81 a falta de menos de dos minutos para el final.
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Toda la tensión, nervios e incertidumbre de los que había carecido el partido hasta ese momento, aparecieron de repente sobre la pista. Cada balón fue un diamante, cada personal un disgusto y cada pérdida una bomba, mientras el marcador se acercaba o alejaba de los anhelos de un equipo u otro.Estudiantes estuvo más listo o tuvo más suerte y se apuntó una victoria a cara o cruz por 95-90. Las derrotas del Morabanc Andorra y del Montakit Fuenlabrada le permiten soñar.