Ruth Beitia, la única gacela de oro del atletismo español

Desde que el Barón Pierre de Coubertin recuperase la gran competición del deporte, los Juegos Olímpicos han vivido ya 33 ediciones y Ruth Beitia se mantiene como la única medallista de oro individual del atletismo español (en París la granadina María Pérez se coronó en compañía de Álvaro Martín en el relevo mixto de marcha).

La cántabra es la mejor atleta española de la historia con dos grandes éxitos olímpicos que llegaron casi por accidente. Tras acabar cuarta en salto de altura en los Juegos de Londres, la campeona olímpica en Helsinki'12 anunció su retirada... pero decidió regresar cinco meses después "porque la gente me lo pide" y en un acto loable para que no perdiese la beca su entrenador y gran valedor, Ramón Torralbo.

Esa decisión meditada contó con la ayuda de su entorno y le permitió disfrutar de sus mejores momentos en una prórroga realmente exitosa. La santanderina logró en 2013 en Moscú su única medalla mundial al aire libre (plata) y su único oro continental en pista cubierta, revalidó dos veces el cetro europeo (2014 y en 2016) y sumó otras dos medallas universales bajo techo para un total de cuatro.

Sin embargo, el destino aún le tenía reservado lo mejor. Experta en lograr sus mejores marcas a la primera, Beitia saltó a la primera 1,88, 1,93 y 1,97 en una final en la que ninguna superó los dos metros. ¡Campeona olímpica! Además, varios años después de su retirada, en 2021 fue descalificada la rusa Svetlana Skholina (tercera en Londres'12) y al año siguiente recibió el bronce. Y es al menos tan buena fuera de las pistas como lo fue en el tartán.