45 ANIVERSARIO

Van Basten, el Cisne de Utrecht que reinó y se fue

Debutó en 1981 y poco más de una década más tarde dijo adiós tras varios años de magia, goles y lesiones por igual

Van Basten en la Euro de 1988 junto a Koeman / 'X': @OnsOranje

SPORT.es

El adiós siempre duele, en especial esos que incluyen el deseo contrario de no quererse ir. 379 partidos, doce años y 283 goles después, a Marco Van Basten lo obligaron a decir adiós. Porque sus tobillos no resistieron más la magia que albergaba en los 1.88 metros de estatura.

Jugó su último partido en 1993, a la edad de 28 años, debido a una lesión recurrente en el tobillo que lo obligó a anunciar su retiro dos años después. Conocido por su control del balón, inteligencia ofensiva, cabezazos impecables y espectaculares remates y voleas, Van Basten fue nombrado Jugador Mundial del Año de la FIFA en 1992 y ganó el Balón de Oro tres veces, en 1988, 1989 y 1992, apenas uno antes de su retirada.

A nivel de clubes, ganó tres títulos de la Eredivisie y la Recopa de Europa con el Ajax, y cuatro títulos de la Serie A y dos Copas de Europa con el Milan. Con la selección Países Bajos, Van Basten ganó la Eurocopa de la UEFA de 1988, donde obtuvo la Bota de Oro, anotando cinco goles, incluida una volea memorable en la final contra la Unión Soviética, considerada una de las mejores de la historia.

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"Lo pasé muy mal, vivía con mucho dolor. Los médicos no me ayudaron con los tratamientos y mi tobillo cada vez fue a peor. Pasé mucho tiempo en el sofá, sin poder ni andar, sin ganas de que la gente me viera en ese estado. Me deprimí, fue una época muy oscura. El dolor era físico, pero evidentemente me afectó mucho mentalmente. Me quedaban muchos años de futbolista, de demostrar todo lo que hubiese podido ser", confesó años más tarde sobre el prematuro adiós tras no ir al Mundial de 1994. El tobillo dijo basta, pero Utrecht jamás olvidará al ariete que se asemejaba a un cisne. Llegó, reinó y se fue.

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