Pablo Machín: "La salvación es la novia y Europa, la mujer de nuestros sueños"

Pablo Machín ha puesto al Girona en el mapa de la élite futbolística y ahora quiere más. Repleto de ilusión y hambriento de nuevos retos en rojiblanco, el soriano buscará en el Camp Nou la coronación a una temporada que ya es histórica. Antes del duelo ante el Barça, el técnico soriano atiende en exclusiva a SPORT.

¿Dónde estarían ahora Pablo Machín y el Girona de no haber llegado hace cuatro años para salvar al equipo del descenso a Segunda B?

Fue una decisión que ahora sé que fue acertada. Pero si no nos hubiéramos salvado, yo aquí vine por un reto personal y si aún bajando me hubiera quedado la sensación de haber cambiado cosas y haber llegado a los jugadores, para mí ya habría sido positivo. Después, todo ha ido multiplicándose por dos, por tres y por cuatro.

¿El ascenso a Primera es la mayor hazaña lograda?

Lo que más repercusión tiene es el ascenso. Y más por cómo se produjo, después de varios batacazos. Pero no hay un segundo escalón sin superar un primero, y el primero era mantener la categoría en unas circunstancias desconocidas y sin tiempo. Conseguimos pasar de últimos a dos puestos por encima del descenso. Eso fue lo más difícil. 

¿El Girona ha dejado de ser el “pupas”, como dijo en su momento? 

Cuando lo dije seguro que tenía argumentos para decirlo, pero esas heridas han cicatrizado. Lo que nos pasó en Segunda era de película de suspense trágico. Y al final ha acabado siendo un cuento infantil, que siempre suele acabar bien.

¿El objetivo de este curso es salvarse?

Salvarnos sería encontrar novia y meternos en puestos europeos sería encontrar a la mujer de nuestra vida. Quizá la princesa pueda ser la Europa League, pero sabemos que princesas hay muy pocas (risas). Lo que está claro es que si hemos llegado hasta aquí es gracias a haber pensado en grande. Pero marcarnos jugar en Europa como obligación no sería justo ni para mí mismo, ni para mis jugadores ni para la afición.

¿En verano se mostró crítico con la afición diciendo que parecía que algunos venían al teatro. ¿Siente aún lo mismo? 

Como sé lo mucho que cuesta darle al público lo que venimos dando, me da un poco de rabia que a los jugadores no se les reconozca como a ellos les gusta, que es aplaudiendo y animando en el terreno de juego. Éramos una afición que veníamos a ver la tele, no a ayudar al equipo. Ahora eso está cambiando. Por ejemplo, ante el Leganés, la gente se quedó hasta el final del partido y aplaudió a los jugadores, y eso hace que el vínculo afición-equipo sea más fuerte.

¿Las recientes renovaciones de varios jugadores son el mejor indicador de que las cosas se están haciendo bien?  

Sin duda. Al final, tanto ellos conmigo como yo con ellos podíamos tener dudas de cómo íbamos a rendir en una categoría en la que no habíamos estado nunca. Los jugadores han demostrado que son futbolistas de Primera División y el club así se lo ha reconocido.

Acaba contrato en 2019. ¿Hay conversaciones con el club para renovar? 

Esto depende más del club, pero todos estamos tranquilos. Estoy a gusto en el Girona y a no ser que llegue alguna situación irrechazable creo que aquí todavía tenemos, tanto el Girona como yo, margen de crecimiento.

Entiendo entonces que el final de esta etapa aún no se acerca...

Cuando acabe la temporada ya veremos si me he vaciado. Intento dar el máximo cada semana, y lo que es importante es tener nuevos estímulos. Y el club viene buscándolos de forma ambiciosa. Sí que a veces siento que lo que les estoy contando (a los jugadores) se lo he contado mil veces, pero cuando ves su cara y notas que les llega el mensaje, te enorgullece y te da fuerza para seguir trabajando .

La última, sobre el derbi. ¿Firma empatar en el Camp Nou?

Me cuesta responder. Antes de un partido nunca firmo nada que no sea la victoria, pero he de reconocer que un empate contra el Barça estaría muy bien.